En los columpios... (meg)

Fui a la comisaria a trabajar por unas horas porque este día no habia tenido mucho trabajo, entonces regresé a la villa, pero pasé por alto la mansión y me seguí hasta la plazoleta, sólo para recordar años anteriores.

Bajé de la camioneta y me fui a los columpios, pasando primero por el extenso parque. Cuando llegue ahí, comencé a columpiarme levemente, sin siquiera despegar del suelo, con la cabeza gacha, mirando el pasto verde y rejuvenecido por la primavera entrante... pensaba muchas cosas como ya era mi costumbre y dejaba mi voz aislada un buen rato.

Habia esstado haciendo algunas cosas en la ciudad, aparte de por fin poder retirar la ecografia, no habia podido debido a la universidad, y con todo lo de Giole, las retire y luego fui a casa de unas amigas de la universidad necesitaba hablar un poco con ellas estube un buen rato alli, hablando de varias cosas distrallendome un poco de todo lo que estaba pasando en casa.

Despues de aquello fui a la mancion y me cambie, me puse unos jean comodos y una remera sencilla, no estaba Giole, capas que habia ido la comiseria, suspire levemente y deje todo arriba de la mesa como era costumbre mia, despues ordenaria habria tiempo para eso.
Me fui a caminar por ahi, a tomar un poco de aire de la villa, estaba lindo y tranquilo, ya que comenzaba poco a poco la primavera, pase por la plazoleta, vi a Giole en los columpios, suspire y me acerque a el como en la secundaria cuando nos quedabamos solos -hola italiano- le dije y se sente en su lado en uno de los columpios mirando hacia el vacio.

-¿Que hay gringa?- Le pregunté, tal como hacía antes, sin mirarla a los ojos, distraido pateando la tierra del suelo mientras me columpiaba levemente en el columpio, mirando detenidamente mi sombra en el suelo.

Me hablaban por celular, pero no atendería. Antes atendía todas las llamadas, en especial si eran de amigos o amigas, como esta ocasión, pero, por alguna extraña razón no lo hice y después apagué el celular. Volví a meterlo al bolsillo del pantalón y seguí con lo mío.

Sonrei como me saludo, pero esta vez no me miro a los ojos me meci un poco en donde etaba sentada escuchaba su celular, pero no lo atendio solamente lo apago y lo volvio a guardar suspire y corre mi cabello de mi cara, ultimamente lo hacia yo, -no mucho, tu bebito me ah dado problemas- le dije mirando hacia el vacio -y tu que onda Massolo?- recorde cuando pasaba dias sin verlos y le dije -hace dias que te has desaoarecido, andarias con alguna por ahi?- senti la leve brisa y cerre un poco los ojos, senti el leve mareo pero enseguida se fue tambien, agradecia que no me habia puesto palida como un papel, como en la casa de mi amiga.

-Lo siento, no le dije al nene que te anduviera chingando por venganza cómo hago con los demás. Le dije y sonreí con mi malicia acostumbrada y luego, respondí a su exclamación.

No, al contrario, me gustaría estar ligando pero no. Sólo trabajo , ah y también recibo críticas de como me he puesto y las ignoro y por eso hago enojar a la gente y me peleo, pero de ahí en fuera todo... no tan de la chingada- Le dije, sin mirarla aún, sólo a veces y de reojo, mientras el aire llegaba y nos sacudía, haciendo que el columpio se moviera con más fuerza.

Sonreu al escuchar lo primero y lo segundo no me agrado tanto, me quede callada por unos minutos y despues me acerque un poco y le tome la barbilla, levantandole la cara asi podia mirarlo a los ojos -extraño tus ojos- le dije en referencia de que ya no me miraba tanto a los ojos como antes, le acaricie levemente la mejilla y suspire -sabes que te extraño no?- le pregunte mirandolo fijamente a los ojos -extraño... De que siempres andes por la casa gritando o, hablando de cualquier cosas, o de que sonrias- mi mano desocupada tomo una de las suyas y los dedos de ambos se entrelazaron, -tambien extraño dormir con vos, a mitad de la noche me despierto y no siento tu calor a mi lado- desvie la mirada, y suspire, me lo quede mirando fijamente a los ojos y luego lo bese.

La miraba y la escuchaba... a lo último ya no pude sostener la mirada más y la bajé. No quería decirle la razón del porque no dormía más a su lado... y no era precisamente una aventura, sino sangre, pura y molesta.

-Yo también extraño ser así, tan dichoso, tan... dicharachero, pero, pues no, no se puede y cada vez me aíslo más y más de todos, y... no quiero angustiarte más de lo que ya estás, por eso... no duermo contigo. Esa es la misma razón por la que duermo en el día, porque después...- Le dije, de nuevo en su mirada.

Suspire un poco escuchandolo, habia algo que no me cerraba para nada, pero que era? Lo mire cuando se detubo lo mire fijamente -pero despues que?- le pregunte mirandolo a los ojos.
Algo me ocultaba y lo sabia muy bien, pero s le preguntaba nunca me lo diria, y no queria andar detras de el como una vigilante para saber que era lo que verdaderamente me estaba escondiendo mire hacia el suelo desviandole la vista hacia el suelo, esperando que me respondiera, me balanceaba levemente con la amaca escuchando el silencio de la villa, ya que no habia mucho, solamente se escuchaban las hojas de los arbole, cuando corria una brisa o algunos pajaros

La miré y suspiré y me acomodé de lado en el columpio, y entonces le dije:

-Después ya no puedo dormir, porque en la noche es cuando más me agarra el dolor y solo me ando quejando y ando dando vueltas y vueltas y si me acuesto contigo tampoco te dejo dormir bien y nos afectamos los tres- Le dije, refiriéndome al hijito en camino, luego agregué:

-Además, no me gustaría mancharte y empapar las sábanas de rojo - Le dije, refiriéndome a que por toser o por la irritación horrible de la garganta por aquella falta de aire y desesperación que sentía junto con el dolor, sangraba por la boca y manchaba todo.

Lo escuche y frunci el seño lo mire -a que te refieres con eso?- le pregunte mirandolo seria y fijamente, aquello no lo sabia, mire al frente y espere a que me respondiera, suspire levemente y senti otro mareo, pero este no se fue enseguida como yo habia pensando, no le dije nada solo espere a que hablara, mientras jugaba con la tierra de alli.
Vi que paso una pareja con un bebe en brazos, mordi mi labio inferior, y cerre los ojos, un poco estaria palida nuevamente, los abri y solo me quede callada.

La miré ponerse pálida como leche y mareada... no era para nada un buen momento para decirle lo que le diría.

-Megan, come un poco de estos, se te pasará así- Le dije y le di unos dulces que llevaba, así que los saboreó y con eso su mareo se logró calmar.

La abracé y así la mantuve, contra mi pecho, escuchando su respiración, diciéndole que cerrará los ojos y se quedara quieta para que aquel mareo dejara de molestarla.

Tome uno de los dulce que el me dio, y lo saboree un poco, me acurruque en su pecho escuchando su corazon, cerre los ojos como el me dijo, y por un momento disfrute de que me mantubiera asi, suspire y despues de varios minutos decidi romper el silencio -dime que pasa Giole, ah que te refieres con lo que me dijiste hace un rato?- le pedi sin separarme de el, manteniendolo abrzado tambien, el sabia muy bien que no me molestaba para nada en cuidarlo, ni nada por el estilo.

-A que... bueno, cuando se tiene este dolor, sientes que no te dejan respirar, c te duele el corazón cada vez que late, entonces, sientes opresión, te asfixias, por esa misma razón toso y toso y respiro muy fuerte para tomar un poco de aire, porque me sofoco, y al toser de forma tan desesperada, porque de verdad los dolores son horribles, pues me lastimo la garganta y sangro demasiado y también sangro por la nariz, así que despierto todo manchado de sangre y también las sábanas, y es algo horrible, de verdad, en esos momentos solo quiero estar solo y que no me muera, así que... nada te ganas con dormir conmigo porque eso me pasa todas las noches y jamás me puedo dormir... y lo siento por no haberte dicho pero en esta etapa del embarazo y así como te veo, me da miedo que te pase algo y se enfermen por mi causa Meg. Prefiero sufrir yo a ustedes, los amo demasiado como para ser así.- Le dije, teniéndola abrazada y de verdad esperando que no se enojara mucho y pudiera comprenderme.

Lo escuche atentamente a lo que el me decia, al principio me habia molestado, pero luego me tranquilice y suspire, no dije nada por algunos minutos nuevamente, pensando en que decir o en que pensar u ordenar un poco mi cabeza -escucha... Sabes que a mi lo que mas me duele es verte de esta manera y no poder ayudarte, pero eso con tratamiento medico se puede solucionar, vos me dijiste, que todo se podia solucionar- le respondi aun sin separarme de el.

Suspire levemente, con que aquello era, no me enojaria ni nada por el estilo, comprendia bien -descuida... Si al bebe le pasa algo sera por que yo no hice algo bien, no sera por tu culpa, pero aunquesea deja que te te lleve a un buen medico y que nos diga que hacer, al menos dejame ayudarte en algo- le pedi esperando que su respuesta fuese positiva y no negativa.

-Creo que iré con otro médico a que me dé otro diagnóstico, porque si estoy grave pero no como para tener poco tiempo de vida y, perdóname por haberte hecho sentir mal, sólo no quería que por la angustia o el susto de verme ensangrentado te pusieras mal o algo, pero creo que nunca debí de habértelo ocultado, y sólo puedes ayudarme estando conmigo, tu compañía es la única que me hace sentir bien ahora.- Le dije y le di un beso en la mejilla y luego volví a columpiarme un poco, sintiendo el aire fresco en la cara.

Lo escuche atentamente y sonrei cuando me dio su beso en la mejilla, el se volvio a amacar y yo lo mire sonrei levemente -vamos a aminar un poco?- pregunte mirandolo y me pare acomode mi ropa y me recargue en el caño esperando su respuesta, respire profundo sintiendo el olor de la naturaleza, mire a lo lejos y i el lago y aparte de que se veia tambien nuestra mancion, prontamente el bebe estaria jugando por aca o en el frente de la casa, sonrei solamente ante la idea ide verlo jugar con Giole, mire hacia el suelo y senti un poco de frio.

Me levanté del columpio y agarré su mano y le dije, viéndola a los ojos -Vamos-.

-Este lugar, por muy infantil que se vea, en las noches es sede de arrancones y desmadres- Le dije y reí, negando y recordando todos esos desmadres, incluso los precoces, cuando aun tenia muy poca edad para hacerlo.

-Ay, cuantas chavas jalaba esa moto- Le dije y suspiré, mientras caminabamos, recordando mis tontas travesuras de hace años, mientras caminábamos por el largo sendero, hasta comenzar a acercarnos a las orillas del lago.

Me rei al escucharlo, nos acercamos al lago, y me recargue en su hombro, despues lo mire y busque sus labios, lo bese lentamente, cuando me separe y lo mire un rato a los ojos y me acurruque en su hombro desspues mirando el atardecer, era lindo estar asi, lo habia extrañado mucho, ya que por lo general pasamos todo el tiempo juntos, o en momento asi, disfrute el momento y seguia mirando el lago viendo como el sol se escondia detras de este, -te amo- le dije respirando un poco su perfume.

La escuché y sonreí levemente, después la abracé, sin fijarme mucho en el lago, solo el la luz tenue y anaranjada del ocaso, reflejada en sus ojos y en su piel.

-Yo también a ti- Le dije y suspiré, acercándome a sus labios, pegando mi frente con la suya y cerrando los ojos. No quería besarla en ese instante, quería hacerlo de a poco, pero mientras ir sintiendo su cercanía, esa cercanía que necesitaba ya.

Sonrei un poco y pegamos nuestras frentes, sin besarnos ni nada por el estilo, sentir aquel calor, y tenerlo tan cerca uevamente, me hiso sentir mejor a pesar de los mareos y las nauseas que tenia en ese momento, cerre los ojos como el, escuchando el silencio del lago, y demas, olvidandome completamente de todo y solo disfrutando de aquel momento tan lindo que habiamos logrado llegar a pesar de todo lo que estabamos pasando, pase mis manos alrededor de su cuello y las deje alli reposando.

La tomé del cuello un poco, jugando con su cabello y después me acerqué a sus labios y los besé poco a poco, comenzando con su mejilla, luego con la comisura de su boca y besos muy pequeños, después uno en medio de sus labios, igual de corto.

-Beso por tiempos- Le dije y sonreí y luego volví a decirle:

-No soy tan paciente- exclamé, con ese tono que ya tenía tiempo que no usaba y la besé directamente, haciéndolo apasionado, perdiéndome en ese momento, uno de esos que se vivían pocas veces y que ya no vivía hace mucho tiempo.

Se acerco a mis labios y los beso cortamente, me rei -es verdad- cuando dijo aquello y me beso por sorpresa sonrei levemente, le correspondi tomandolo del rostro apasionadolo aun mas, perdiendome al igual que el, recorde cuando eramos asi tal cual en la secundaria era divertido, seguiamos siendo los mismo solamente que ahora tendriamos un hijo.
Lo segui besando hasta que me quede sin aire, me separe un poco para mirarlo a los ojos y tomar aire -extrañaba esta actitud italiano- sonrei y le robe otro beso le sonrei en forma picara mirandolo a los ojos y sin separarme de el.

-Si, yo también la extrañaba, ya se había tardado en venir- Le dije y reí, sintiendo su beso de nuevo. Negué después de ese beso, con mi sonrisa inconfundible y la subí a la barrera que separaba el jardín del lago, haciéndola quedar sentada, a mi altura, frente a mi. Me apoyé en la barrera con el brazo y con el otro saqué del pantalón una paleta de cereza y la chupé, volviéndome los labios aún más rojos de lo que ya los tenía, mientras seguía mirándola desde donde estaba con atrevimiento. Por alguna razón que yo desconocía, imité una de las actitudes y costumbres que solía tener en la secundaria, y es que toda la vida me la viví con paletas en la boca y con la mirada llena de intenciones traviesas reflejadas.

Me sento en la barra aquella dejandome a la altura de el y vi que saco una paleta, comenzo a chuparla y sus labios se volvieron mas rojos, tambien me miraba provocadoramente -ooh Massolo me provocas- anuncie, saque la paleta de su boca y lo bese en forma profunda, recorde cuando me hacia aquello en la secundaria, a lo lejos lo miraba y yo justo estaba con mi novio, pero era mi novio por obligacion, cuando hacia aquello me daban de plantarle un beso enfrente de todos pero no podia.

Cuando me separe lo mire y sonrei, tome la paleta -ahora me las pagaras todas- le dije y sonrei comenze a chupar la paleta yo esta vez, mirandolo en forma atrevida, y sonrei con picardia como siempre, disfrutando del dulce de la paleta y de su mirada.

De vez en cuando me paseaba por los pasillos de la escuela en lugar de estar en clases, con mi tradicional paleta de cereza en la boca, mirándola estar con los estúpidos que fueron sus novios, pero mirándola descaradamente, lleno de atrevimiento y picardía con mis malas intenciones de hacer de todo con ella, razón por la cual después me agarraba a golpes con sus idiotas parejas al salir de la escuela.


-Así quería saborearme la paleta en la secundaria- Le dije, retiré la paleta de su boca y besé sus labios, saboreando el sabor a cereza que había en ellos.

Volví a chupar la paleta mientras la miraba y de vez en vez le sonreía y negaba, mirando como su mirada se posaba sobre mi.