Hablando [Giole]

Habia salido de la universidad y fui a la villa, Giole habia comprado una mancion por lo tanto estabamos viviendo alli, llegue y guarde mi auto lo cerre y baje con algunos libros en las manos, cuando entre no habia nadie, todabia no me acostumbraba a tal grandesa que tenia la casa, lo busque con la mirada y no lo encontraba, habian pasado unos varios meses de la muerte de Nailea, y por su parte habia quedado muy mal despues de la perdida de su hijo, sabia realmente lo doloroso que era y lo entendia perfectamente. Deje los libros sobre la mesa y suspire me saque mi abrigo -Giole Ya llegue!- le dije esperando que puediera aprecerse por alli.

Estaba lanzando piedras al lago, desde el muelle que esa mansión tan fabulosa tenía, después de un día atareado en París, aún con la camisa y la corbata, pero con las mangas remangadas y la corbata aflojada, cuando la escuché, y le dije:

-¡Si. Allá voy!- Le grité y aventé la última piedra que tenía y después fuí hasta el living y caminé hacia ella, abrazándola y dándole un beso, como de costumbre.

-¿Tiene mucho que llegaste? Estaba aislado allá en el muelle, lo siento- Le dije, mientras la mantenía abrazada y sonreía con esa picardía de siempre.

Lo escuque desde el muelle y termine de sacar todas las cosas de abrigo que tenia encima, el llego y me abrazo y tambien me beso el cual correspondi como siempre nos quedamos abrazados y lo mire a los ojos y esa sonrisa picara -Llegue hace poco....como estas hoy?- le pregunte sonriendo de la misma forma mientras le robaba un beso de sus labios vi que todabia traia su uniforme -todabia no te lo has sacado? Que raro- me rei viendo que tenia las mangas arremangadas y la corbata floja.

-Estoy... harto de la maldita presión de la ciudad, pero todo bien- Le dije y me aflojé la corbata mientras miraba por el ventanal la tranquilidad del lago.

No me podía esconder las cosas demasiado, no estaba bien en realidad. Solo me senté en uno de los sofás y le dije:

-De acuerdo. No, no estoy bien. Discutí con alguien no precisamente indiferente Incluso destruí unas cuantas cosas de su maldita y lujosa casa.-

Lo mire y eleve una ceja cuando me dijo eso, encerio pensaba que era una tonta? Sus ojos me decian todo, aparte se notaba de aqui a tres mil metros que noe staba bien o yo lo conocia demaciado, lo escuche y me saque la remra mangas largas que tenia dejandola una remera sin mangas, -con quien?- le pregunte mirandolo -Giole... Eres policia no puedes andar haciendo eso cuando se te antoje- le llame la atencion y suspire negando con la cabeza, desde que habia fallecido ella, habia cambiado bastante me fui a la cocina y puse para preparme algo calentito tenia un poco de frio y me apoye contra la mesa mientras pensaba en algo, el cual no sabria si iba a aceptar o no.

-Fue por algo que no me creerás. Por defender al niño de los Montague, a Esteban. No tanto por defenderlo sino por hacer que se cumpla la ley. Hasta ahora me di cuenta de que su papá lo golpea y lo maltrata. Eso está estipulado como un delito grave en la constitución. Así que, le advertí que dejara de hacerlo, porque tendría consecuencias, entonces empezó a enojarse, y me dijo que era un mentiroso por no decirle que Esteban no testificó nada al respecto del accidente y la muerte de Nailea, que a eso mismo fuí por cierto y miles de cosas más. Me betó de su casa, quiso golpearme y empezó a presumir de si mismo y bueno, me enojé y... rompí una maldita vasija de su living y me fui. Sé que no es muy diplomático hacer eso pero... lo hubieras visto, hasta a mi me sacó de quicio. Bueno... eso sonó sarcástico, ¡pero no lo fue!.- le dije, mientras trataba de explicarle el por qué de lo que hice. No lo hice por nada, lo hice porque así debe ser la ley... en cuanto a lo de la vasija. hey, ¡soy yo! Puedo cambiar, pero no del todo.

Lo escuche y suspire -todabia te persigue con eso?- lo mire y me acerque -Giole... Recien te das cuenta de que Esteban esta golpeado? por que crees que ese muchacho es tan sumiso y callada y... Como es el?- lo de nuevo el agua comenzo a hervirse me fui a la cocina y apague la hornilla, me prepare un te y lo deje reposar un poco mientras cerraba un poco los ojos estaba algo cansada, las practicas en el hospital mas el estudiar y demas me tenian agotada, acomode mi cabello y tome un poco de mi té, pensando mientras estaba recargada en la mesada.

-Bueno, lo siento. No soy como los demás en este lugar, que parecen comadres de lavadero, sólo pensando en que será lo que le pasa al pobre aquel. No sabía, por eso era como era con el y bueno... a la mierda, no soy el mismo. Hablaré cuando mi yo de siempre regrese, ahorita, no sé que pasa conmigo- Le dije y suspiré y me levanté del sofá aquel y me fui a uno de los miradores de la enorme mansión, a tratar de pensar en lo que había hecho. Mi reputación estaba jodida ahora pero eso no me importaba, aunque debía de importarme por mi mismo trabajo.

Se podía ver el lago, la enorme alberca, el campo de tenis, y todos los hermosos y amplios terrenos de la mansión desde ahí. Se metía el sol, era una vista increíble y solo me recargué en el balcón y encendí un cigarro y comencé a fumar de él. No sabía porque demonios hacia eso cada vez que necesitaba pensar.

Lo escuche y vi que se fue hacia uno de los miradores, suspire y deje el té en la mesada mientras iba hacia donde el estaba, estaba fumando de espaldas, fumando y mirando todo alli, me acerque a el y lo abrase por detrás sin decirle nada, mire la apuesta de sol, manteniéndolo abrazado, moje un poco mis labios -escucha... Se que estas mal todabia por lo que paso con ella y por que perdistes a alguien muy pequeñito, pero... Quieres que tengamos un hijo?- le pregunte, mirando hacia el vacio y esperando tranquila y paciente su respuesta.

Seguía fumando y escuchándola, pensando en todo, con ganas de azotar las cosas, con rabia con... desesperación por mi situación, cuando escuché su sugerencia, entonces, dejé el cigarro, solté el humo y después me reí y le dije, mirándola de reojo, no creyendo lo que me había dicho, aunque el hecho de tener un hijo con ella me hiciera muy feliz:

-Por favor. No me hagas reir. ¿Megan Rivers, tener un hijo, la chica sexy y rebelde? Si, claro. dije, incrédulo, incluso burlón.

Me rei al escucharlo ya que no me habia creido me quede seria y lo mire -para tu informacion ya estube embarazada- le conte ya que aquello no lo sabia el, suspire mirando el lago -solamente que tambien lo perdi- dije en un tono triste, mirando el agua moverse un poco -no te lo digo en broma, yo tambien quiero tener un hijo, y se es con vos mejor- le recargandome en su hombro sin soltarlo, esperando a que me dijera algo ante lo que le habia contado y dicho

Me quedé estupefacto con lo que dijo, y solo la mantuve abrazada a mi, mientras seguia con aquel cigarro, pensando en lo que me propuso, analizando su tono de voz tan tierno, tan... deseoso, ansioso, tan cierto.


-Yo también quiero uno, para tratarlo como Angelo no me trató a mi. Aunque, ¿que clase de padre va a tener? ¿Uno como yo? No, eso no es bueno. No quiero que sea un tipo como yo después por... por ser como soy. Le dije, con tono decaído, triste, porque ya hasta me creía todo lo que muchas personas me han dicho, todas mis verdades, y la mala influencia que soy.

Lo escuche, me escabulli entre sus brazos para poder quedar frente a el tome su rostro y lo mire a los ojos -escúchame, el niño terminara como el quiera y como el quiera decidirlo, recuerda que nosotros terminamos asi como somos por que los demas provocaron lo que somos Giole- lo mire -pero se que seras buen padre y que lo acompañaras y enseñaras en todo lo que a nuestro hijo se le presente, solo tienes que cambiar algunas cosas no mas- suspire levemente mientras lo abrazaba de nuevo.

-La mayoría de la culpa la tiene el... Lamentablemente soy igual a el en varios aspectos y... no creo poder cambiar. Por eso hice lo que hice hoy y por eso acabo de mandarme a la chingada. El desgraciado de Cedrick va a hacer que me hunda. Le dije, enojado, porque seguramente diría lo que hice y me quitarían ese puesto que tanto me costo alcanzar.

-No sé qué pensar sobre tener un hijo... eso me haría feliz pero... no lo sé- Le dije y la solté, para irme a acostar al sillón- columpio que había ahí mismo, en el mirador. Estaba muy mal y agradecía de veras que ella estuviera ahí conmigo, no quería dejar las cosas así:


-gracias por estar aqui Meg.- le dije, sinceramente.

Me apoye en la barra del mirador mirando hacia el vacio, suspire un poco y lo escuche sonrei levemente, me acerque a el y lo bese -lo se.... Pero se que seras mejor padre de lo que fue Angelo contigo- lo mire y suspire mirando el suelo, me recoste junto a el y me acurruque en su pecho, sintiendo su calor, pensando y ordenando mis pensamientos... Creo que aquel hijo que tanto estaba deseando se tendria que posponer por algun tiempo mas, cerre mis ojos y solo me dedique a escuchar el corazon de el.

Me quedé pensando en buen tiempo, escuchando su respiración y sintiendo su diafragma contraerse contra mi, mientras acariciaba su cabello y miraba al lago. Eso era lo que yo necesitaba, estar así, con ella, sin ruidos u otras personas que interrumpieran y molestaran a mis pensamientos.

-Si, tienes razón. No tengo porque seguir igual a Angelo. Voy a hacerlo para restregarle en la cara que puedo ser mucho mejor que él, siempre contrario a lo que el dice. Y no solo superarlo en fortuna, porque para allá voy con todo esto a los 21, doblándome el la edad, sino superarlo en... todo absolutamente. Dije, mirando al vacío, decidido, con ganas de derrotarlo, con ganas de... ser más feliz.

-Pero... no queremos que le digan bastardo, ¿cierto?- Le pregunté, dándole a entender que debías ser dentro de algo más oficial que un noviazgo. No me importaba demasiado la opinión de los demás pero sería mi criatura y no permitiría que lo juzgara la maldita sociedad pre juiciosa.

Lo escuche y sonrei levemente escuchandolo me quede pensando -ah que te refieres Massolo?- le pregunte mirandolo a los ojos -o mejor dicho que tienes pensado?- pregunte nuevamente esperando su respuesta... No querrá casarse ... O Si? Si nos casabamos seria la persona mas feliz del mundo, solo queria pasar el resto de mi vida con el, pero aquello de la forma en que lo habia dicho me dijo un poco tonta por asi decirlo.
Mire el lago nuevamente esperando a que me respondiera, pensando y tratando de relacionar todo.

-¿Cómo? ¿No entendiste? bastardo es cuando nace fuera de un matrimonio asi que, bueno, ya sabes ahora lo que quise decirte. Le dije, sonriendo muy leve, mirándola, esperando alguna respuesta o reacción. Si, era muy joven y con mi actitud era dificil durar mucho con las mujeres pero, la había encontrado, estaba seguro y nadie tenía que confirmarlo una vez más. ¿para qué, si con todas las peleas, separaciones, idas y venidas y demás ya sabía de sobra que la amo más que a mi propia madre?.

Lo quede mirando y solte una risa -espera... Giole Massolo se quiere casar conmigo?- le dije en broma, sintiendome feliz por dentro, me acerque a el y lo bese lenta y profundamente -mm yo digo que si- le respondi aquello y lo volvi a besar perdiendome en sus labios, sin querer sonrei y me separe un poco -te amo italiano- le dije mientras lo miraba a los ojos y le robaba otro beso.

-y yo a ti. americana- Le dije, en respuesta a ese "te amo italiano2. Eran nuestras típicas respuestas. Después de aquel beso, le pregunté:

-¿Qué? ¿Aun no te la crees, que he cambiado tanto que ya hasta me quiero casar? Porque si quiero, y pronto- Le dije, sonriendo pícaro, manteniéndola abrazada a mi y después la tomé de la barbilla y la volví a besar. Era algo como que increíble en mi el haberle propuesto matrimonio a una chica a los 21 años, pero esa era la verdad. Quería estar con ella siempre.

Sonre levemente cuando dijo aquello, lo mire y me rei -si te soy sincera no... Pero ya que, me casare con mi italiano favorito y espero que sea pronto- le respondi, tomo mi barbilla y me beso nuevamente, correspondi su beso mientras que lo hacia mas profundo, mis manos fueron a parar a su cabello y comenzaron a acariciarlo y a jugar con el mientras me volvi a perder en sus labios, lo mire a los ojos y despues cerre los mios lentamente.

Seguí su beso y la seguí abrazando. Sentí como la puesta de sol llegó a su fin y todo se oscureció. Llegó la brisa fría de la noche y pude sentirlo. Me separé de sus labios y sonreí levemente, poco a poco mientras contemplaba su mirada y su sonrisa.

-Espero que tu papá no me mate. La verdad aún ni me caso contigo y ya no los soporto.- Le dije, hablando muy quedo.

Aquella brisa me hiso dar un chucho de frio asi que me acurruque contra su cuerpo para que me diera calor lo escuche y mire al cielo pensando en aquello -no me importa... Que diga lo que quiera, sos la persona con quien quiero pasar el resto de mi vida, el cual eligio a mi madre nadie le dijo nada y si se lo dijeron pues... Ni caso que hiso asi que, que no me moleste a mi- le dije con un tono frio, la relacion con mi padre habia cambiado mucho, desde que habia empesado a salir con Giole nuevamente, me quede callada pensando en aquello.

-Si, y si no nos vamos lejos a vivir para que no estén chingando.- Le dije, mientras la sentía acurrucada en mi, siendo columpiados por el aire, mirando fijamente el cielo azul marino y estrellado de la noche. Era una vista sin igual y eso me encantaba demasiado, tanto, que me perdía mirando y así podía pasarme horas.

-Quiero que sea de Italia como yo, así que tendremos que irnos un tiempo antes allá.- Le dije, soñador, pensando en ese capricho mío, sonriendo y viendo al lago.

-prefiero esi y tener un boda tranquila y pacifica sin que nadie nos joda, la unica que se enterara va a ser mi madre- le dije mientras miraba al cielo perdiendome un poco en las estrellas y escuchando el sonido de su respiracion, lo escuche y sonrei -ooh sera italiano que lindo... Seran mis dos italianos favoritos- le dije mirandolo -si... Estaremos tranquilos aparte de que conocere tu tan apreciado pais- le sonrei y me acerque para besarlo nuevamente.