Regresaste!! (Giole) [+18]

La escuché y recordé aquella primera y espantosa vez en una fiesta, con nadie más y nadie menos que Ximena.

-Yo... a los 15, casi 16 en una "cena" de mis papás y otras gentes- dije, señalando las comillas, porque en realidad era una borrachera de mi padre con todos sus amigos empresarios, entre ellos el papá de Ximena, que en esa ocasión la llevo. -con Ximena-. Le dije y negué, pero no sonriendo. No era precisamente mi mejor recuerdo.

-Tienen razón, la primera es la peor, aunque esa primera vez no fue mala por nervios- Dije, recordando lo que mi padre me advirtió y que de no hacerlo, tendría malas consecuencias.

-Sino por no saber qué hacer...-

Lo escuche... Con Ella???? -Con Ximena?? La rubia teñida que yo odiaba qu ele hacia la vida imposiblle?- lo mire atonita -ay Giole, con la peor idiota- le dije mirandolo a los ojos -no me dejo entrar a su grupo solo por ser morena- recorde con bronca, suspire -pero su hay algo que nunca voy a olvidar.... Aunque no me haya salido tan bien como ahora- mire el techo -me acuerdo que fue una tarde que no estaba muy bien y que in italiano se me acerco para ayudarme y me termino besado- lo mire -conoces de casulidad a ese italiano?- le pregunte con sarcasmo y broma mirandolo a los ojos.

La escuché y sonreí y solo dije para seguirle el juego -no-, Después la cargué en mis piernas y le dije:

-y las rubias no me gustan. Aunque tuve que decirle que si cuando se lo oxigenó, dije y solté la risotada, y también tuve que mentirle y decirle que estás fea a su lado... quizá la cosa más irónicamente sarcástica que he dicho- le dije, con ese tono pícaro tan mío y después besé su cuello de forma apasionada mientras mis manos recorrían su espalda y la aferraba a mí, pudiendo sentir sus latidos rebotar en mi pecho, oliendo el perfume de su cabello.

Me rei y me cargo en sus piernas -ay por favor,- me rei por aquello mientras sentia sus besos en el cuello, mis manos pasaron su cabello y mis dedos se enredaron en el, cerre los ojos y despues busque sus labios, besandolos con pasion mientra que mis manos jugaban en su torso, hice presion contra su entrepierna y sonrei levemente, bese su pecho disfrutando de todo aquello, ne la piel todabia le quedaba el olorsito de su perfume como me gustaba segui besandolo y despues subi a boca.

-Enserio, ¿qué no me crees?- Le pregunté en las pausas de nuestros besos y después cambiamos de posición y quedamos acostados de nuevo en el sofá.

La agarraba de la cintura y la besaba en el torso, pero después subí a su boca y comencé a besarla de forma apasionada, haciendo volver ese vaivén entre los dos.

-si, si te creo- le dije mientras lo seguia besando, cambiamos de posicion y comenzo a besarme el torso, mis manos acariciaban su cabello y despues subio a mi boca, correspondi su beso apacionado mientras soltaba suspiro por ese vaivén, le bese el cuello y mis manos acariciaban su ancha espalda, tambien bese su hombro y le deje un marca, siempre le habia hecho esa maldad, busque sus labios y lo bese mientras mis caderas se aclopaban poco a poco a su ritmo.

Al voltear a ver hacia la ventana, miré que el sol se había metido ya, y estábamos en total penumbra, solo por una ténue luz azul de la noche.

Ese vaivén provocó roces y placer, y después, entré en ella lentamente, mientras los besos seguían sin ceder en ningún instante.

Estabamos a ocuras totalmente, aquel vaivén que teniamos provoco roces y a la vez placer, por lo tanto solte un suspiro, luego entro en mi lentamente sin que los bese pararan, solte un pequeño gemido y de a poco me fui acoplando a el, lo tome del rostro y lo bese profundamente, me acomode un poco y me quede semisentada mientras disfrutaba todo aquello, moje mis labios los tenia secos y mi respiracion comenzaba a agitarse cada vez mas.

Estábamos en completo silencio, con los ojos cerrados, con la piel sudando, a oscuras y las respiraciones agitadas. El vaivén se intensificó al pasar los segundos, y quedó sentada sobre mi. La sostenía de la cintura fuerte. No pensaba en nada más.

Quede sentada arriva de el, me tenia de la cintura fuerte, mientras nos seguiamos moviendo, cada vez mas rapido, sin querer solte un gemido de mis labios y arquee un poco mi espalda, busque sus labios y los bese lo mire por un momento a los ojos y despues los cerre disfrutando todo aquello.

El vaivén frenético se volvió lento en instantes, y yo seguí contemplando su cara hermosa, tocando sus rasgos y besándola lenta y pausadamente mientras aquel vaivén estaba muy despacio.



Pensaba en toda la tranquilidad que tenía ahorita, en lo bien que estábamos en el momento, cuando recordé que días atrás, el primer día en que me avisaron sobre la demanda, que me puse muy mal y sufrí un dolor intenso y fulminante en el pecho, un dolor que había sufrido ya desde hacia mucho tiempo... el doctor me había diagnosticado angina de pecho, una enfermedad del corazón. Pero no quise parar, quería seguir con esa euforia, con ese buen momento... ya después le diría a Megan.

Aquel movimiento rapido ceso, paso a un ritmo lento y delicioso que los dos disgfrutabamos, me besaba lentamente, sentia un mal presentimiento, algo me decia que no todo estaba bien, pero preferi pensar en otra cosa asi poder distraerme, bese su cuello luego me dirigi a su oido, sin querer solte un gemido alli y luego comenze a morder el lobulo de su oreja, sentia la respiracion agitada de ambos.

El placer era demasiado, de pronto aquellos pensamientos y recuerdos se fueron de mi mente y, por el vaivén y demás logre venirme dentro de ella... no usamos ninguna protección.

Escuchaba sus gemidos y sentía sus mordidas en mi cuello. Nuestra respiración seguía agitada, pero la mía se intensificó aún más, el orgasmo estaba presente en los dos.

Llegamos al orgasmo los dos juntos, recorde que no habiamos usado ningun tipo de proteccion, pero que mas daba, solte un gemido y apoye la cabeza en su hombro, mientras escuchaba las respiraciones agitadas de los dos, busque sus labios y lo bese prfundamente, pero con dulzura a vez, me habia cansado asi que pare los movimientos de a poco, y me quede arriba de el mirandolo a los ojos y le sonrei levemente -te amo..- le dije mientras lo volvi a besar.

-Yo eso y más... nadie pudo cambiarme más que tú.- Le dije, en un susurro, con la respiración agitada, recuperándome, volviendo poco a poco a la normalidad, dejando atrás ese orgasmo, en el pasado, pero sin olvidarlo.

El radio se prendió automáticamente, como hacía a una determinada hora del día, sin poderlo cambiar o controlar porque de esos aparatos mucho no sabía, pero no fue molesto, sólo comenzó a sonar una tenue canción de John Mayer, que a pesar de su alto volumen, parecía estar de fondo, todo estaba de fondo en ese momento, porque sólo me dedicaba a verla, y nada me sacaba de aquel trance.

Sonrei levemente, escuche la musica, pero no di importancia, esyaba perdida en sus ojos, le di un corto beso en los labios y suspire un poco, volviendo a la normalidad completamente -quien diria... Los que se llevaban como perro y gato en la secundaria, terminaron juntos- le dije, lo abraze fuerte y senti un chucho de frio, el cual hiso que mi cuerpo se estremeciera un poco, me aferre a el para que me diera un poco de calor, asi se me paso un poco me quede viendo hacia el vacio, pensando en algunas cosas.

-Siempre es así, del odio al amor solo hay un paso. Y lamentablemente es lo mismo al revés- Le dije, recordando muchas personas, entre ellas mis padre, que solía amar pero que en muy poco tiempo se volvieron mis enemigos.

-Ay, como que hace mucho frío- Le dije, sintiendo demasiado frío, aunque en realidad no lo hacía.

Subimos a la habitación, ignorando al estéreo y me vestí de nuevo, ya que el frío ya no lo aguantaba, después, me recosté en la cama... esto no era bueno, el dolor en el pecho venía en camino.

-si es verdad- le dije y me levante, me puse la ropa interior y la camisa no mas, guarde la miel y el se fue arriba, me quede en la cocina un momento y despues subi las escaleras, llegue a la habitacion y lo vi, lo veia raro, -Giole, que pasa? Te encuentras bien?- le pregunte viendo la cara de dolor, me acerque despacio a el mientras dejaba la ropa mia, ya que tenia pensado darme un baño, pero el y su exprecion me habian preocupado y bastante.

Iba a responderle, cuando sentí la fuerte opresión en el pecho, el dolor terrible y entonces, sólo por impulso, me levanté, quedando sentado y entonces, cerré los ojos y con una mano me aferré fuerte de la cobija y con la otra me toqué en el pecho, esperando que no llegara a más el dolor. No podía hablar, era fulminante.

Lo vi, tenia dolor en el pecho y me acerque cuando estaba sentado, -nono, acuestate por que si no es peor- le dije preocupada -Giole amor que tienes? Por que no me dijistes?- le pregunte y lo hacia recostarse, comenze a asustarme ya que aquel dolor no cesaba -espera llamo al medico y no me digas que no- le dije tomando mi telefono y marcaba el numero del medico que a veces solia venir a casa, lo llame y dentro de poco llegaria me sente junto con el unos segundos y despues comenze a vestirme.

-No... iba a decírtelo, pero, sabes lo que sucedió y... ya no lo hice- Le dije, hablando con trabajo, con la respiración mal, no precisamente agitada, sino todo lo contrario, cesando a cada instante, aletargando me.

-¡Ay!... mierda- dije, desganado, con el dolor intensificándose en mi.


Los minutos pasaron y el dolor cesó en gran medida... suspiré enojado y me quité el cabello de la cara de forma brusca, después, me puse el cigarro en la boca, saqué el encendedor rápido y de forma algo torpe, lo encendí y comencé a fumarlo... era lo único que lograba calmarme el fuerte dolor y el puto doctor no llegaba.

Lo escuche y solamente lo mire, vi que prendio el cigarrillo y se lo quite tambien en forma brusca -esto te esta matando, ya dejalo- dije un tanto molesta, tirandole el cigarrillo, me fui al baño y me mire al espejo, suspire levemente y escuche el timbre, fui hacia abajo y era el doctor lo deje pasar y lo conduje hacia la habitacion, el estaba acostado y comenzo a revisarlo, me recargue en el ropero y desde alli lo miraba, no se si de forma molesta por que no me habia dicho o... Por que estaba asustada y preocupada por el, o capas que las dos, suspire levemente y mire hacia el suelo.

Quería dormirme pero el maldito doctor, que no me tenía nada contento, no me lo permitía. Me hizo unas cuantas preguntas, como tratando de sacar mi diagnóstico clínico, pero lo interrumpi, me senté en la cama y le dije:

-Ya sé lo que tengo. Tengo angina de pecho, no me haga sacar conclusiones de nuevo, solo... dígame que hacer para aliviarlo o... cómo sea- Le dije, evidentemente molesto y fastidiado.

Me dijo que la enfermedad era hereditaria, pero con todos mis excesos y vicios había empeorado... lo sabía, y me gustaba fumar, me gustaba el pomo, el desmadre y no lo dejaría.

Se dirigió a mi y me dijo que debía de poner en orden mi vida y de dejar por la paz mis vicios, me dio medicamento, el cual me tranquilizó al instante el dolor, habló conmigo sobre una futura cita con el cardiologo y demás y en un tiempo se fue... No lo soportaba.

-Usted como es un santurrón de aquellos creé fácil el dejar un vicio.- Dije y después me tomé la maldita medicina con enojo y me acosté, viendo al techo.

El doctor le dio la medecina y le indico cuando la tenia que tomar, lo acompeña a la puerta lo mire y suspire me meti a la ducha y me bañe rapido, cunado sali, sali con una remera grande que me tapaba y me llegaba arriba de la rodilla, me termine de secar el cabello y me fui a la cama con el, me meti entre la sabanas frias y lo mire un poco, estaba bastante cansada asi que me puse boca abajo y cerre un poco los ojos me quede viendo su perfil.